Los primeros CD se presentaron en Alemania en 1982 de la mano de Philips. Tras esto, otros fabricantes comenzaron a lanzar sus propias versiones. Hasta hoy, que ya apenas se usan los CD y todo o gran parte lo almacenamos en la nube o en su defecto en dispositivos de almacenamiento digitales. Pero está ocurriendo algo que muchos no esperarían: esta primera generación de CD está comenzando a descomponerse, y por lo tanto, dejando de funcionar.
Los CD no deberían durar para siempre, por supuesto, pero impacta que los primeros estén muriendo tras solamente 36 años de vida útil y con un uso no forzado. Y esto a su vez supone un peligro muy importante: cientos de miles, si no millones de documentos, se perderán para siempre. Esto es algo que no ocurriría con los medios de almacenamiento digitales o en la nube: si algo desaparece de un sitio, sigue estando en otros tantos; en cambio, es probable que se pierdan millones de documentos únicos almacenados en CD debido a este problema.
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